Un estudio de los investigadores de The Lancet’s Planetary Health investiga los efectos de la reducción del consumo de carne procesada y carne roja no procesada en la salud de la población adulta de Estados Unidos.
El estudio destaca que una reducción del 30% en el consumo de carne procesada podría tener un impacto significativo en la salud pública, y podría evitar aproximadamente 352.900 casos de diabetes tipo 2, 92.500 casos de enfermedades cardiovasculares y 53.300 casos de cáncer colorrectal durante un período de diez años.
Además, se estima que se podrían prevenir alrededor de 16.700 muertes por todas las causas, subrayando los beneficios potenciales de ajustar las dietas para disminuir el consumo de estos productos.
En Chile, el consumo de carne se distribuye de manera significativa entre pollo, bovino y cerdo. Según datos del sitio web de Chile Carnes, el pollo es la carne más consumida con un promedio de 33,5 kg por persona al año, representando el 41,6% del consumo total de carne. Le sigue la carne de bovino con 25,3 kg por persona, equivalente al 31,4% del total, y la carne de cerdo ocupa el tercer lugar con 18,1 kg por persona, constituyendo el 22,5% del total.
Con el 12% de la población adulta chilena sufriendo de diabetes tipo 2, y con las enfermedades cardiovasculares y el cáncer siendo las principales causas de muerte, los resultados de estos estudios son alarmantes para el país, enfatiza el doctor en nutrición. y el tercero más común en Chile es el cáncer de colon .
“el consumo diario de aproximadamente 30 gramos de carnes procesadas durante 10 años se asocia a un incremento en el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y cáncer de colon”. Esto se refiere a alimentos como:
- 1 rebanada de jamón o mortadela
- ½ unidad de vienesa
- ½ unidad de hamburguesa
- 2 nuggets
- 1/3 trozo de longaniza
- ¼ envase de paté
- ¼ tripa de paté
Según explicó Duran.
En cuanto a la ingesta de micronutrientes al reducir el consumo de carne, “la carne roja es rica en proteínas, hierro, zinc y vitamina B12, pero estos nutrientes también se pueden encontrar en otros alimentos de origen animal como pollo, pavo, pescados y lácteos, así como en legumbres, frutos secos y algunos cereales”. por lo contrario las carnes procesadas son menos ricas en nutrientes y contienen una mayor cantidad de grasa, lo que las hace menos beneficiosas desde un punto de vista nutricional.
Para reducir el consumo de carne procesada en la dieta diaria, el director del Magíster en Salud Pública de la Universidad San Sebastián, recomienda planificar los almuerzos con anticipación. “Nuggets, hamburguesas y vienesas son comodines que se utilizan porque son rápidas y fáciles de preparar”, explica Durán. En el caso del paté, sugiere buscar alternativas para agregar al pan, como tomate, huevos o queso, para diversificar las opciones sin recurrir a productos procesados.
Para quienes desean reducir su riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares, se recomienda adoptar un patrón de dieta mediterránea que incluya pescados y mariscos, legumbres, granos, cereales, mucha fruta y verduras, lácteos descremados, y reducir el consumo de carnes de pollo o pavo a una o dos veces por semana y la carne roja con poca grasa a una vez al mes.
También es mejor mantener una dieta flexitariana, que incluye pescados, huevos y lácteos, sin abandonar completamente el consumo de carne.