4B73VGGMKNFJTDVZC2AEHX2DDA[1]

Según una encuesta realizada por Gallup en los Estados Unidos, solo el 38% de los jóvenes entre 18 y 34 años se consideran bebedores regulares. Esta cifra es notablemente baja si se compara con las tasas de consumo de alcohol en generaciones anteriores, lo que ha llamado la atención de sociólogos y expertos en comportamiento social. En comparación, las generaciones anteriores mostraban tasas de consumo mucho más altas, lo que sugiere que los jóvenes de hoy están adoptando un enfoque más sobrio hacia el alcohol.

Además, las campañas de concienciación sobre los efectos negativos del alcohol han tenido un impacto significativo en el comportamiento de los jóvenes. En comparación con décadas anteriores, los jóvenes de hoy tienen acceso a más información sobre las consecuencias del consumo excesivo de alcohol, lo que los ha hecho más conscientes de los riesgos asociados, incluso con un consumo moderado. La información sobre el impacto en la salud mental y física, así como el aumento de problemas relacionados con el alcohol, ha llevado a muchos a reconsiderar sus hábitos.

Otro factor importante que influye en esta disminución del consumo de alcohol es la situación económica. La dificultad para acceder a una estabilidad financiera y la incertidumbre económica hacen que los jóvenes tengan más desafíos para asumir roles adultos tradicionales, como independizarse, conseguir un trabajo estable o formar una familia. Esto ha llevado a un cambio en las prioridades de la generación Z, que ha pospuesto ciertas expectativas de la vida adulta, como la socialización en bares y discotecas, que históricamente han estado vinculadas a la transición hacia la madurez.

About The Author

Agregar un comentario