Las naciones modernas enfrentan un desafío basado en uno de los más grandes problemas: Combatir efectivamente el consumo de sustancias psicoactivas, más conocidas como las “drogas”. Este reto se convierte en uno muy urgente cuando la nación tiene que enfrentarse a problemas como la pobreza, conflicto político, y la delincuencia.

Las naciones modernas enfrentan un desafío basado en uno de los más grandes problemas: Combatir efectivamente el consumo de sustancias psicoactivas, más conocidas como las “drogas”. Este reto se convierte en uno muy urgente cuando la nación tiene que enfrentarse a problemas como la pobreza, conflicto político, y la delincuencia.

Uno de los casos de esta problemática la tiene Filipinas, la cuál es una república que ha enfrentado por muchos siglos el flagelo del consumo de drogas. Hace poco se hizo un debate entre una política policiva, y una de salud pública y búsqueda de rehabilitación de consumidores.

A pesar de esta fuerte problemática, que los últimos gobiernos de Duterte y Marcos han tratado persistentemente de erradicar, los líderes cristianos de esta nación anuncian el poderoso y esperanzador evangelios a esa juventud esclavizada por el mal, a los cuales consideran los descartados de la sociedad.

Los cristianos del país sur asiático saben que tienen que actuar y dar un testimonio evangélico en medio de las circunstancias, a la par que el consumo de drogas continúa siendo uno de los problemas principales de Filipinas. En esta labor evangelística muchos ministros y pastores han participado en actividades de prevención y rehabilitación, trabajando de manera silenciosa pero fiel y eficaz. 

Hay una conciencia importante en los cristianos locales de que la política de lucha contra las drogas del gobierno podría tener un impacto positivo en aquellos consumidores que buscan socorro y apoyo. Pero más trascendental

y con un impacto mayor que esto es el buscar a aquellos que no llegan a los centros de rehabilitación, o los “No alcanzados de los drogadictos”, de manera que Dios pueda seguir rescatando a hombres y mujeres en estado de adicción.

Es realmente un reto y una carga especial los que tienen nuestros hermanos cristianos en esta isla debido a la abundancia de aldeas remotas, a las cuales llegar a estas almas perdidas y desesperanzadas.

En una nación siempre se van a presentar diversos problemas, e incluso problemas que han persistido por siglos, pero el Señor que es bueno y todopoderoso tiene un grupo preparado de hijos suyos para combatir esos males. En el país y la región donde te encuentres ten presente que Dios te está capacitando para enfrentarte a uno o más obstáculos que están perjudicando la vida espiritual de las familias, y sobre todo los jóvenes.

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