La policía detuvo a más de 100 musulmanes en redadas nocturnas en una zona del este de Pakistán donde una turba musulmana enfurecida por la supuesta profanación del Corán por un cristiano atacó iglesias y hogares de cristianos minoritarios, lo que llevó a las autoridades a convocar a las tropas para restablecer el orden, dijeron las autoridades el jueves.
Sidhu resultó herido en el hombro durante el tiroteo y fue hospitalizado. La violencia, potencialmente mortal, se produjo después de otro problema al que se enfrentó su iglesia en los últimos días. Sidhu, de 35 años, dijo a las autoridades que su templo estaba lleno de lemas islámicos como “Mahoma es el único profeta”, entre otros.
Tras denunciar el incidente a la policía, los mensajes fueron retirados, pero sus problemas se intensificaron, informó la VOA. “Desde entonces, he recibido amenazas de muerte y he sido falsamente acusado de blasfemia”, afirma el predicador en un documento escrito en el que detalla lo sucedido. “Pido a las autoridades que garanticen mi seguridad y la de mi comunidad cristiana para que podamos vivir en este país sin miedo”.
Y Sidhu no acabó ahí, implorando a la policía que haga justicia. Estos incidentes evidencian la persecución cristiana que sigue sufriendo Pakistán, nación que ocupa el séptimo lugar en la Lista de Vigilancia Mundial de Puertas Abiertas, una clasificación de los países donde es más difícil ser creyente.
El cristianismo representa sólo el 1,8% de la población del país, con 4,2 millones de personas de un total de 229 millones. “En Pakistán, a los cristianos se les considera ciudadanos de segunda clase y se les discrimina en todos los aspectos de la vida pública y privada”,dice el informe.”Aunque el año pasado no hubo grandes atentados contra iglesias, los ataques contra individuos son casi constantes. Los creyentes que se han convertido del islam son los más vulnerables a la persecución”.