La tecnología y los medios son cosas imprescindibles en este tiempo. Las pantallas de estos están por doquier, en el hogar, la escuela y el trabajo, etc; y no hay generación que pueda librarse de la influencia tecnológica de esta era digital.

La tecnología ha traído consigo beneficios, como también maleficios como recurrir a dispositivos con intensa frecuencia. El grupo de investigación cristiano Barna muestra datos recientes de que al menos las generaciones más jóvenes, en especial la Generación Z, están compartiendo sobre su relación ambivalente con la tecnología: Lo que puede significar para cada uno, tanto bueno como malo. En los estudios recientes, los adolescentes y adultos jóvenes en los nuevos estudios de Barna están uniendo puntos de vista positivos como negativos que las pantallas tienen en su vida diaria.

Datos recientes de Barna presentados en el estudio Generación Z: Volumen 2, tres de cada cinco adolescentes y adultos jóvenes (60%) dicen que su generación pasa mucho tiempo frente a las pantallas. Es probable que esta afirmación este relacionada con los resultados de que más de la mitad de la Generación Z (53%) admite que a menudo se sienten mal por la cantidad de tiempo que pasan. Empero, una cuarta parte admite que ellos y sus compañeros pasan una cantidad adecuada de tiempo frente a pantallas, y el 13% afirma que el tiempo frente a esta no importa.  

Lo que podemos apreciar con la generación Z no es una novedad sorprendente. Pero la buena noticia es que esta generación está de acuerdo con el consejo de expertos en los campos de medicina, salud mental y la educación que recomiendan el uso de pantallas con menos frecuencia y durante períodos de tiempo más cortos.

Otros datos recientes de Barna indican que la Generación Z muestra signos de conciencia de sí misma respecto a estas tendencias negativas:

Un 53% de adolescentes y adultos jóvenes (entre 13 y 21 años) admiten posponer sus tareas u otras actividades por causa de la tecnología.

La mitad de ellos (un 50%) culpan a la tecnología de sentirse más distraídos y menos productivos (36%); de generarles pérdida de mucho tiempo; y de acortar su capacidad de atención (30%).

La autora Amy Crouch comparte, en su nuevo libro My Tech-Wise Life, sobre cómo sus contemporáneos de la Generación Z a menudo utilizan la tecnología para distraerse del mundo real. En su libro Crouch pregunta cosas como: “¿Mirar fijamente a nuestros teléfonos ha reemplazado a mirar por la ventana?”

La generación emergente necesita líderes con conocimientos de pantalla que ofrezcan sabiduría para su vidas digitales. Esta es una necesidad que tanto Amy como su padre Andy Crouch reconocieron mientras escribían los libros de Tech-Wise. Ahora, el grupo Barna y los Crouche han unido lazos para crear un desafío que invita a los lectores a repensar su relación con la tecnología. Debemos entender que el Tech-Wise Challenge no es únicamente acerca de limitar el tiempo frente a la pantalla; más bien, este desafío de 7 semanas (el cuál comienza con la temporada de Semana Santa) motiva a participantes a examinar el papel de la tecnología en sus vidas y a reconectarse con su familia, amigos y fe sin apoyarse en los dispositivos.

Si bien este análisis es indiscutiblemente importante, los límites de tiempo por sí solos no son de tipo holísticos o absolutos. No podemos detener el avance de las pantallas y medios electrónicos que actualmente se ofrecen, por eso la  Generación Z necesita una orientación reflexiva, informada, y robusta para su salud digital.

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